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ASCANA EN LA INVERSIÓN DE PASEO DE GRACIA

Feb 2011

Landon compra la tienda de Dolce & Gabbana en el Passeig de Gràcia a Castellví

24.01.2011 BARCELONA Marisa Anglés

La familia Gallardo (propietaria de Almirall) se ha sumado a los inversores particulares catalanes que han encontrado en el Passeig de Gràcia un refugio seguro. Landon, la sociedad patrimonial de los farmacéuticos, ha adquirido el local comercial ubicado en el número 95 del paseo por 17,5 millones.
El vendedor, el grupo Castellví, tenía un contrato de alquiler con Dolce & Gabbana, que seguirá como inquilino.

Landon y Castellví han declinado hacer comentarios acerca de la operación, al igual que Cushman & Wakefield, que ha intermediado la operación. Según fuentes del mercado, la rentabilidad se sitúa en la media del año pasado en el Passeig de Gràcia, entre el 4,5% y el 5% bruto anual.
Ante la inestabilidad del mercado inmobiliario español, los inversores particulares se han refugiado en las capitales europeas. Sin embargo, algunas calles españolas siguen siendo un valor seguro. El año pasado, el Passeig de Gràcia de Barcelona registró el 95% de las operaciones de inversión realizadas en las principales vías comerciales de la ciudad, según el último informe de la consultora Ascana. La mayoría de estas operaciones (nueve en total en el paseo) fueron protagonizadas por familias patrimonialistas.

Una de las mayores operaciones de inversión en locales comerciales que vivió el Passeig de Gràcia en 2010 fue la del futuro establecimiento de Apple, en el número 1. Los nuevos propietarios son la familia valenciana De Andrés, cuyo negocio procede del sector hotelero y de energías renovables.
Isak Andic se hizo el año pasado con otro de los locales comerciales más codiciados del Passeig de Gràcia: un establecimiento ubicado en el número 36 con más de veinte metros lineales de escaparate y que acogerá una tienda de Mango.
El propietario del grupo de restauración AN Grup, Artemi Nolla, adquirió el número 58 del paseo, en el que ha abierto un establecimiento de su grupo, en este caso, un Txapela. La patrimonial Caboel, de los antiguos dueños de Caprabo, compró el edificio del número 28, cuyo local está alquilado a Divinus.
En el mercado de alquiler, el Passeig de Gràcia también fue uno de los ejes más activos. El ajuste de rentas de 2009 y principios de 2010 se tradujo en la rotación de inquilinos en 15 locales, casi el doble que el año anterior. El ejercicio de 2010 terminó con un repunte del 3% en los alquileres, que alcanzaron una media de 18 euros por metro cuadrado y mes, provocado por el aumento de la demanda y la baja disponibilidad.