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ASCANA EN EL ANALISIS DE LA CRISIS MINORISTA

Ago 2008

La psicosis del comercio minorista

Publicado el 30-08-2008 , por L. Santiago/T. Ferreirós. Barcelona

El efecto ‘cerrojazo’ empieza a hacer mella en el eje secundario de la capital catalana, formado principalmente por Carrer de Sants, Creu Coberta y Ronda Sant Pere. Los expertos coinciden en que cada vez habrá más locales vacíos.

El llamado efecto cerrojazo, un acusado cierre de locales comerciales después de las vacaciones de verano, vuelve este año con más fuerza debido a la crisis que atraviesa la economía española. Y el sector minorista siempre se ve más afectado por estas situaciones. Los expertos consultados aseguran que ya se está viendo que aumenta la liberación de locales, aunque “no existe un cerrojazo total”, según explica Javier Bernades, de Grupo Ferran.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las ventas del comercio al por menor en España registraron un descenso interanual del 4,8% en julio, mientras que el empleo disminuyó un 0,1%, la primera bajada desde el tercer trimestre de 1999, cuando cayó un 0,3%. La caída se debió a la disminución de las ventas de equipo del hogar (10,7%). La subida de la facturación a precios corrientes fue el resultado del incremento de las ventas de la alimentación, que crecieron un 5,4%, seguidas del equipo personal (2,6%).

En Catalunya, entre 2004 y 2008, el número de locales minoristas descendió un 4,5%, hasta 101.426 comercios. El descenso más acusado tuvo lugar en los bienes de segunda mano, que descendieron un 19,2% hasta 257 locales. Sílvia Díez, directora de locales comerciales de la consultora Jordà & Guasch, explica que, actualmente, la demanda de espacios para poner en marcha nuevos negocios se concentra en el centro de Barcelona, mientras “proliferan cada vez más los locales disponibles en terceras líneas de la ciudad (las más alejadas del eje prime, formado por las calles Passeig de Gràcia, Portal de l’Àngel, Portaferrissa, Rambla Catalunya, Pelai, Rambla Canaletas y Diagonal)”.

Díez calcula que la capital catalana cuenta con un 30% más de locales disponibles que hace un año. La llegada de septiembre provocará la aparición de más espacios. Sin embargo, “a pesar de que hay más traspasos”, costará ocupar estos locales porque no están ubicados en zonas con demanda. “La actividad comercial no se recuperará a menos que se reduzcan los traspasos”, sostiene.