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«Como otros años, Barcelona sigue caracterizándose por la enorme demanda por parte de los operadores y la poca oferta, que además es cada vez menor -se desprende del estudio elaborado por ASCANA- ; esto condiciona la rentabilidad de la capital catalana, que cae y se sitúa en torno al 4%, igual que en Madrid».

La capital catalana cierra 2016 también con un balance positivo. Los índices macroeconómicos, la recuperación del consumo, el turismo y el creciente apetito inversor de marcas internacionales hicieron que Barcelona cerrara el ejercicio con un crecimiento del 8,7% en el precio por metro cuadrado y mes en sus principales arterias comerciales.

Portal de l’Àngel continúa ostentando el título de la calle más cara de España para abrir un local comercial y sigue sumando euros en su renta mensual. En 2016, abrir una tienda en esta vía costaba 280 € por metro cuadrado al mes, un 5,6% más.